martes, 20 de noviembre de 2012

GRANDES OBRAS VE-BRASIL


SSIDERURGICA NACIONAL JOSE IGNACIO ABREU DE LIMA & ANDRADE GUTIERRES - STATUS FEB 2012

En la Siderúrgica Nacional sólo han movido tierra

Hace casi seis años el Gobierno prometió que la fábrica en Ciudad Piar estaría lista en 2011

Hace casi seis años el Gobierno prometió que la fábrica en Ciudad Piar estaría lista en 2011 | Clavel Rangel
El 21 de mayo de 2006 el presidente Hugo Chávez llegó a Ciudad Piar, estado Bolívar, para colocar la piedra fundacional de la Ciudad del Acero, un conjunto de cuatro EBS (Empresa Básica Socialista) que generarían más de 15.000 empleos y 5.000 viviendas en la zona. La Siderúrgica Nacional José Ignacio Abreu de Lima es una de las fábricas cuyo funcionamiento debió iniciar en 2011.
La escasa planificación, la desinversión en las empresas básicas de Guayana y el retardo en la entrega de recursos dejaron relegados los proyectos socialistas de desarrollo de empresas aguas abajo, como es el caso de la Siderúrgica Nacional, que produciría 1.500.000 toneladas de acero líquido al año y cuyo tutelaje depende de la futura Corporación Siderúrgica de Venezuela y, a su vez, del Ministerio de Industrias.
Casi seis años después de aquel anuncio, las 3.700 hectáreas lucen casi iguales que en 2006. El terreno es una planicie amarilla donde algunos camiones trabajan aún en movimientos de tierra.
Su ubicación está enmarcada en un "eje comunal" que abarca Puerto Ordaz, Pueblo Guri, La Paragua y Ciudad Piar, con potencialidades como la generación de energía hidroeléctrica y la cercanía con los yacimientos de mineral de hierro. 
Actualmente varios carteles advierten sobre el desvío y la construcción de la acería en la vía a Ciudad Piar. Un arco identificado con las siglas del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (SuticBolívar) da cuenta de la participación de ese grupo sindical en la obra.
Unos cuantos kilómetros adentro otra valla identifica la construcción. Camiones mueven material y transitan lentamente en una inmensa planicie de tierra donde aún no se divisa alguna obra civil.
El escenario no es muy distinto al que el presidente Hugo Chávez visitó en 2006 y ya deberían estar empleados 2.300 trabajadores, según lo prometido por Rodolfo Sanz cuando fue ministro de Industrias Básicas y Minería.
Un vigilante dice que no es posible tomar fotografías en el lugar porque los ingenieros de la constructora no lo permiten. Cuenta que ha escuchado comentarios de que está pensado el inicio de la obra civil en estos primeros días de febrero.
El proyecto exhibe, por lo menos, tres años de retraso. 
En 2008, Sanz anunció que la fase de operación se daría en el último trimestre de 2011 y fabricaría productos necesarios para satisfacer la demanda de los planes de desarrollo nacional en la industria petrolera, naval, de construcción y automotriz. 
Cuatro años después del anuncio del ex ministro los avances no son muchos. Un técnico involucrado comentó que parte del retraso se debe a que los movimientos de tierra se iniciaron en 2009. "El trabajo ha sido difícil porque hemos tenido que hacer más de 100 voladuras (...) hay demasiadas rocas". Según lo concluido hasta ahora, el trabajador calcula que en tres o cuatro meses debe culminar esa fase. 
Enrique Grisett, dirigente de Sutic-Bolívar, señaló que desde hace tres años aguardan por el inicio de la fase de construcción y aunque no tiene certeza del por qué de la tardanza, asegura que los trabajadores esperan pacientemente: "Se supone que debe estar por comenzar. Somos pacientes porque siempre para ese tipo de obras es así, en el caso de Tocoma (la central hidroeléctrica) esperamos hasta ocho años y ya usted ve".
Los antecedes del proyecto remiten al cuestionamiento de la sustentabilidad de Ciudad Guayana como modelo industrial. Los voceros oficiales han atribuido la crisis de la región a la concepción de un modelo capitalista supeditado a las demandas de las grandes transnacionales.
Bajo esa tesis, la respuesta del Gobierno para la crisis de Guayana fue el diseño de un proyecto socialista autosuficiente, dedicado al establecimiento de empresas "aguas abajo" que permitieran la transformación de la materia prima y la generación de más de 12.000 empleos directos.
La Compañía Nacional de Industrias Básicas se creó con ese objetivo: ser una alternativa a la Corporación Venezolana de Guayana. Entre las 11 empresas adscritas a Coniba, la Ciudad del Acero fue pensada para "un desarrollo equilibrado y sustentable hacia el socialismo del siglo XXI".
En los planes del Ejecutivo este proyecto estaría integrado por la Planta de Concentración de Mineral de Hierro, la Planta de Tubos sin Costura, la Planta Nacional de Rieles y la Siderúrgica Nacional, todas en fase de construcción.
Pero desde hace tres años nadie habla de los proyectos prometidos por el Ejecutivo ­la Ciudad del Acero y la Ciudad del Aluminio­ como una fuente alternativa de empleo y de transformación de la materia prima. 
La mayoría de las 11 empresas previstas para la creación de un núcleo endógeno de producción socialista están sólo en planos o en maquetas dibujadas en algunas vallas del estado Bolívar.
Modelo industrial La Siderúrgica Nacional no sólo forma parte del repertorio de empresas socialistas prometidas por el Ejecutivo, también es usada por dirigentes sindicales cuando se refieren a los proyectos incumplidos por el Gobierno. 
Recientemente secretarios generales de los sindicatos más importantes de la región han convocado asambleas en los portones de las empresas con el objetivo de alertar la difícil situación que atraviesan las fábricas sin inversiones y sin planes.
El viernes de la semana pasada, durante una acalorada asamblea en el edifico sede de la Corporación Venezolana de Guayana, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Alcasa, Henry Arias, usó como ejemplo la Ciudad del Acero para demostrar el fracaso del modelo socialista: "Nos prometieron la Ciudad del Acero, la Ciudad del Aluminio y creímos, pero de eso no hay nada".
Los retrasos en la ejecución de los proyectos aguas abajo, también sustentados en el Plan Guayana Socialista 20092019, han tenido otro impacto negativo para los miles de trabajadores que esperan en los portones de las empresas una oportunidad de empleo.
Cuatro sindicatos de la construcción han alertado sobre la necesidad de que haya un reimpulso de las obras en la región. 
Sólo en el caso de la Siderúrgica del Orinoco, 2.500 trabajadores esperan ser llamados en el portón IV de la acería, indicó el dirigente del Movimiento Bolívar y secretario de organización del sindicato de tercerizados, Hugo Bastardo.
Cuando el presidente Hugo Chávez visitó Sidor en 2008 para concretar la firma del contrato colectivo de los trabajadores ofreció empleos a los tercerizados "en la nueva siderúrgica que se está construyendo en Ciudad Piar", y en la EBS Fábrica de Tubos que se edifica en Sidor y cuya obra también está paralizada. 
Desde la Central Socialista de Trabajadores igualmente se ha advertido sobre las implicaciones de la baja ejecución de los proyectos. El coordinador nacional, José Gil, indicó que en 2011 entregaron un informe en la Asamblea Nacional, en el extinto Mibam y en la Cancillería de la República donde alertaban, entre otros puntos, sobre la situación de la Ciudad del Acero.
Si la planta estuviese en funcionamiento, la región habría elevado su capacidad instalada a 6 millones de toneladas de acero líquido al año, aproximadamente.
Falta de recursos De acuerdo con los documentos del extinto Ministerio de Industrias Básicas y Minería, parte de los obstáculos se deben a los trámites administrativos y a las firmas de los puntos de cuenta.
En 2007, cuando se pretendía darle impulso a Coniba, el presidente de la estatal, Carlos Betiol, pidió a la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional su intermediación para conseguir los recursos que permitieran continuar con los proyectos que sentarían las "bases de la economía socialista".
"Hay resistencia por parte de los gerentes de las EBS, que se oponen a la planificación, que es lo que impedirá la corrupción. Aunado a ello hay una falta de visión de Estado integrado, pues cada ente va por su propio camino. Este es un esquema revolucionario que no le conviene al país, actualmente se hace lo imposible para evitar los controles", dijo a prensa de la Asamblea Nacional.
En 2007 Coniba no dispuso presupuesto para la ejecución de las 11 empresas de producción social. El plan se vio "frustrado por las inconsistencias al momento de definir la modalidad de ejecución del proyecto, lo cual ocasionó retrasos", reseña un documento.
Las mismas irregularidades salieron a relucir en la Memoria y Cuenta del Mibam en 2010, en la que además se indica que se financiaría a través del Proyecto de la Ley Especial de Endeudamiento Anual, cuyas revisiones y trámites han retardado su ejecución: "La aprobación de un punto de cuenta se lleva más de un año y posterior a eso se debe hacer una serie de trámites en diferentes instancias que resultan engorrosos para recibir el desembolso de los recursos".

PETROBRAS Y PDVSA - STATUS 

La petrolera venezolana Pdvsa incumplió el plazo para entregar a Petrobras los documentos necesarios para su participación en una refinería de 14.000 millones de dólares en Brasil, dijo este miércoles una fuente de la empresa brasileña, en un nuevo revés para el dilatado proyecto.
Pdvsa tenía plazo hasta el 31 de enero para presentar las garantías financieras para una participación del 40% en la refinería Abreu Lima, una planta con capacidad de procesar 230.000 barriles diarios de petróleo en el noreste de Brasil.
La fuente dijo que Pdvsa no presentó documentos ni tampoco solicitó prorrogar el plazo para definir su participación en el proyecto.
La petrolera venezolana dijo sin embargo a través de su oficina de prensa en Brasil que el plazo para terminar el acuerdo fue prorrogado automáticamente para el 31 de marzo.
Varios retrasos en la participación de Pdvsa llevaron a Petrobras a comenzar por su cuenta la
construcción de la refinería. Abreu Lima comenzaría a operar en el 2013, un año más tarde de lo previsto.
Pdvsa tenía que presentar garantías financieras para asumir parte de un préstamo de 10.000 millones de reales obtenido en el 2009 por Petrobras del estatal Banco Nacional de Desarrollo
(BNDES) brasileño.
La petrolera venezolana había conseguido un 50% del financiamiento del China Development Bank y un 25% del Banco Espírito Santo portugués. El Bndes dijo que no tenía comentarios.
La refinería, lanzada en el 2005, fue presentada como la piedra fundacional de la cooperación entre Venezuela y Brasil y una expresión de solidaridad entre el presidente socialista venezolano Hugo Chávez y su entonces contraparte brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Inicialmente Pdvsa y Petrobras controlarían cada una un 50% de la refinería, pero la participación de la empresa venezolana fue reducida a un 40% después de que las nacionalizaciones de Chávez golpearon operaciones de Petrobras en el país.
El presupuesto de 4.300 millones de dólares estimados en el 2008 se ha triplicado desde entonces.
Pdvsa y Petrobras han tenido varios roces sobre el precio del petróleo utilizado en el proyecto y acerca de dónde sería vendida la producción.
Petrobras ya ha ejecutado la mitad de la obra.

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